Comunicados

Desde el año de 1910 cuando la sierva de Dios la venerable madre María del Refugio Aguilar y Torres decidió fundar el instituto de vida consagrada de las Hermanas Mercedarias del Santísimo Sacramento, en el país de México, se proyectó desde ese momento la formación integral de la mujer como una eficaz respuesta a la marginación que ésta sufría en su país de origen.
La formación desde luego, no sólo correspondía a la mera intelectualidad sino que tenía como finalidad, también, la formación pastoral que buscaba el buen desarrollo de la espiritualidad en los jóvenes, que les permitieran ser unas personas realmente formadas en valores cristianos, capaz de aportar a la sociedad no simplemente como profesional sino como cristianos comprometidos, que iluminados por las virtudes de la fe, de la esperanza y el amor, se convirtieran en fuerte columna social, que con su voz y su acción en la comunidad contribuyeran a derrumbar los muros del odio, de la pobreza y de la descomposición social.
El derrotero del proceso de formación académico y pastoral institucional no es otro sino Cristo Eucaristía, alrededor del cual los estudiantes comprenden la real y auténtica presencia de Dios, no simplemente como el ser que está relegado al Cielo, sino como el Dios amigable y cercano que está en medio de esa porción de hijos e hijas a los cuales constituye como sus misioneros en medio de la gran comunidad.
Desde luego, este derrotero está acompañado por la presencia de nuestra Madre Santísima de la Merced, modelo de verdadera mujer y símbolo de la verdadera liberación femenina, Ella, María de la Merced es la figura de un real modelo para los estudiantes eucarísticos mercedarios, que deben ser promotores de libertad espiritual en la sociedad y en el mundo.
No puede faltar la figura de María del Refugio, quien a través de su vida y testimonio, legado espiritual y testamento de fe, nos enseña de manera verdaderamente pedagógica a vivir la experiencia de la fe como un encuentro gozoso y confiado con Cristo desde el centro educativo que es un sagrario de amor, donde cada uno de sus integrantes son las hostias vivas que contienen en sí la real presencia del Divino Salvador.
De esta manera, comprendemos mejor el carisma de este Colegio ibaguereño, que tiene por nombre el de nuestra Madre Fundadora María del Refugio, y más a un reconocemos que la dimensión espiritual y la formación en valores, que es nuestro sello identitario, no es sólo un simple anexo a la formación sino por el contrario es el eje central de la vida y misión institucional.
Para este año 2013 arrancamos con una nueva expectativa y un gran desafío, como lo es un centro educativo mixto, que permita la formación de niños, jovencitos y caballeros eucarísticos mercedarios. Esta es una gran noticia para las familias eucarísticas que nos han acompañado por más 40 años de ardua labor, para sean sus niños los pioneros de esta experiencia nueva de formación que arranca desde los grados de preescolar y primero, a fin de inculcar en esos retoños de nueva generación todo el fuego y el ardor de este carisma redentor que quiere llegar a todo el mundo mediante hombres y mujeres libres y capaces de liberar.